GEBA demostró ser el mejor y se coronó en la “Gran Final” del Metropolitano

Carla Dupuy y el segundo

Las dos rodillas en el sintético y la mirada que busca a algún familiar en la tribuna. Diez minutos del segundo período. Carla Dupuy corrió hasta mitad de cancha, tiró el palo y comenzó a olvidar su penal errado del sábado. Sale un grito cavernoso, retenido desde la ejecución trunca del shoot out australiano. El palazo se escurrió por debajo de Clara Barbieri y se transformó en el 2 a 0 de GEBA. A su encuentro llegan Silvina D´Elia, Josefina Sruoga y las otras mensanas. Aparece la tranquilidad del resultado y la seguridad de saber que el título irá, por quinto año consecutivo, para Palermo.  

La montaña de polleras sepultó a la 18 del conjunto de Marcelo Garrafo. No largan el “Pentacampeón, pentacampeón” por respeto deportivo a las chicas de Lomas, aunque saben que la final está cocinada. Dupuy se abraza con cualquier remera blanca y celeste que se le acerca, pero se entrelaza más fuerte con la que tiene estampado el número 30. Es Daniela Sruoga, quien el día anterior había fallado el sexto penal australiano de la serie, ese que posibilitó que Alejandra Gulla estirase con su gol la definición hasta la “Gran Final”. 

Pero si GEBA pone la mesa, la tortuga no se le escapa del plato. Porque Daniela Sruoga había llevado los utensilios a los tres minutos del segundo tiempo, al capturar un desborde por la derecha. Y, también, porque Lomas pareció apático, inexpresivo en los últimos 23 metros del terreno. Si a la propia solidez defensiva se le suma la carencia de ideas rival, el triunfo parece sellado. 

Daniela Sruoga había abierto la cuenta

Aunque Lomas quiere escribir otro capítulo de la película. Ale Gulla las reúne mientras GEBA festeja el segundo, y comanda la arenga junto a Lorena Galván, otra histórica tricolor. Aparece el corazón de las Conejas pero no el juego, ese déficit que tuvo el equipo de Juan Manuel Esparis durante todo el play off: llegó a la última instancia del torneo sin convertir goles en tiempo reglamentario, venciendo a Hurling y a GEBA por penales.  

Luego de una gran corrida de Mariana Pozzolo, Agustina Albertario –mucho futuro en ambas atletas- logró el descuento cuatro minutos después, a los 14. Pero ahí se acabó la nafta sureña. Y, al igual que Mohamed Alí, que en los recesos de vértigo demolía a los oponentes, así fue demoliendo Gimnasia las esperanzas de Lomas. Pudo no haber brillado en ataque el plantel de Garrafo, pero la presencia de Pity D´Elia en la saga pareció suficiente para bancar la mínima ventaja ante un ataque sin punch.  

La vertical y picante Albertario se desvaneció en diagonales que siempre buscaron los laterales y nunca el círculo. La “Cutu” Pozzolo y Bárbara Redruello corrieron una enormidad pero estuvieron erráticas. Victoria Zuloaga se encaprichó en tirar bochazos al área. Y Gulla dejó la piel, como siempre, pero se notó que el tirón que sufrió a los dos minutos de juego fue un condicionante en cada movimiento. Entonces, todo a pedir de GEBA.  

Las experimentadas Victoria Corso y Geraldine Fresco Pisani aletargaron el juego, pusieron la bocha en una cámara frigorífica. Algunas corridas de las Sruoga por las bandas quitaron minutos del tablero, y la atajada de Gabriela Granero del último corto de Lomas a los 32 minutos selló la faena. 

Ganó bien GEBA. Porque buscó y aún sin descollar fue más que su rival, ratificando los nueve puntos de ventaja que había obtenido en la fase regular. Así, logró capturar su quinto torneo Metropolitano Femenino consecutivo, esta vez sin Luciana Aymar en cancha.