"Queríamos pasarlas por arriba, no había otro ánimo en el equipo", señaló la mendocina Macarena Rodríguez. Y así fue desde el inicio hasta la chicharra final. Decididas a no desaprovechar los primeros 35 minutos (como expresó Carla Rebecchi post Estados Unidos), las Leonas salieron a marcarle el terreno a Nueva Zelanda y casi desnivelan al minuto de juego a través de Daniela Sruoga.
Pasó un corto ejecutado por Noel Barrionuevo y de tanta presión ofensiva, a los 3 minutos, llegó la apertura en el palo de Rebecchi: robo a Kayla Sharland y remate abajo, al poste más lejano.
Aplicando el método que utilizaron las norteamericanas aunque sin tanto roce, Argentina recuperó muchas bochas en el medio y se atrincheró en su círculo cuando fue necesario, haciendo estériles los intentos neocelandeses. La inclusión de Florencia Habib y su debut olímpico como titular con 18 años obligó a modificar la última línea, pero fue una decisión meditada. Carlos Retegui analizó el andamiaje en esa zona: "Nosotros con Nueva Zelanda nos sentimos bien cuando defendemos con cuatro, pero hacía mucho que no jugábamos con 4 atrás: había que pasar dinámicamente de tres a cuatro defensoras. Creo que las chicas hicieron un partidazo", dijo el técnico nacional para concluir que merecimos el triunfo y no sufrir tanto.
Y si se dudaba de sus respectivos estados de salud (ligamentos y fascitis), el segundo gol fulminó esas incertidumbres: corrida maratónica de Rosario Luchetti, centro atrás y anticipo ofensivo, otra vez, de Carla Rebecchi.
Resultado sellado, con la sensación de que las black sticks no podrían vulnerar el arco de Florencia Mutio. Pero Charlotte Harrison sí pudo. Así, hubo que penar los últimos ocho minutos, aunque finalmente fue victoria y liderazgo en el Grupo B (también 6 puntos para Australia, Alemania y Nueva Zelanda) gracias a la diferencia de gol lograda en el debut por 7 a 1.
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