
Finalmente fue empate 2 a 2 y el primer punto para el seleccionado en Londres. Una igualdad conseguida más por empuje y persistencia que por lograr someter al rival. Porque en el moral, los oceánicos fueron dominadores e hicieron de Juan Manuel Vivaldi un actor principal: un mano a mano clave, una triple tapada, los achiques de ángulo y la que pegó en el poste derecho fueron acumulándose en el arco del 1 nacional durante los 70 minutos.
Butturini y Dwyer distanciaron a los amarillos antes del descanso. Pero ante el poderoso campeón del mundo, mantenerse en partido es un gran logro, y Argentina, pese a las múltiples llegadas enumeradas, defendió bien y se mantuvo a tiro. Así, el gol adjudicado a Matías Vila a los dos minutos de la segunda etapa fue oxígeno para las aspiraciones nacionales.
El encargado del descuento expresó que "Tuvimos convicción a pesar de ir perdiendo. Hicimos, en general, un buen partido: inclusive hasta el 2 a 0 ellos encontraron pelotas sin mucha elaboración, por errores nuestros. En el segundo tiempo salimos decididos a jugar todas nuestras chances y a darlo vuelta y por suerte se dio".
Los goles que no hacés en un arco... Y Australia pagó. Faltando dos minutos, Argentina forzó un corto fuera del círculo (premio a la búsqueda y propuesta ofensiva) y el killer Gonzalo Peillat la puso contra el palo derecho de Burguers. Y atrás llegó el polémico video ref no convalidado, abucheado por todo el River Bank Arena.
"No sé por qué motivo no determinaron el fallo en el corto, creo que ahí les falló el espíritu olímpico", expresó Pablo Lombi. El técnico también diría que"si hubiésemos logrado ese corner corto estábamos muy bien anímicamente como para hacer el tercero".
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