Argentina goleó 5 a 0 a Corea del Sur y se quedó con el Champions Challenge de Quilmes. Agustín Mazzilli, Gonzalo Peillat, Pedro Ibarra, Guillermo Schickendantz y Manuel Brunet anotaron para la obtención del título. Así, en el primer torneo oficial bajo la conducción de Franco Nicola, los varones consiguieron el pasaje al Champions Trophy 2014, certamen al que el conjunto nacional no accedía desde 2008.
Matías Vila decía antes del debut ante Irlanda que ganar en Quilmes no iba a remediar lo de Londres, pero sí serviría para finalizar el año de manera diferente. Sus motivos eran sabidos: había que intentar maquillar la actuación de un Juego Olímpico en el que (pese al retorno a la máxima cita luego de la ausencia de Beijing) los rendimientos individuales y colectivos no satisfacieron al plantel.
Con la victoria, Argentina pudo pagar esa deuda interna en una competición que lo ubicaba como uno de los máximos candidatos, por presente y anfitrión. Y lo logró sometiendo a un rival peligroso como Corea que lo superaba en el ranking y que venía de marcar seis goles en la semifinal.
"Hoy se puede decir que jugaron perfecto", fueron las primeras palabras de Franco Nicola; "querían ganar, entendieron cómo jugar y lo desarrollaron perfecto", siguió el nuevo director técnico. Argentina, además del trofeo, también se llevó la distinción al mejor jugador del torneo por la labor de Lucas Vila.
Los números le deben debe haber certificado a Nicola dos situaciones más: la confirmación de Gonzalo Peillat como tirador de corners (máximo anotador con 6 festejos) y la inclusión de Guillermo Schickendantz (segundo artillero argentino, con 5 goles) como posible reemplazo en la ofensiva.
Este es el tercer Champions Challenge que se adjudica Argentina sobre siete ediciones: había obtenido el bicampeonato en 2005 (Egipto) y 2007 (Bélgica) al coronarse, respectivamente, ante Corea y Nueva Zelanda.
Foto: CAH.
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